Ser «agile» está de moda. Sobre todo entre las empresas de desarrollo de software.
Como todos los términos de moda, utilizamos la palabra Agile» para diferenciarnos.
Las empresas exigen a sus empleados ser «Agiles».
Los productos y procesos dicen ser «Agile» como una estrategia de marketing para atraer clientes.
Por otro lado, podemos observar que cada vez más se generan muchas discusiones sobre la agilidad debido a diferentes interpretaciones de su significado.
Quizás, la definición de la RAE de «ágil: que se mueve con soltura y rapidez» es demasiado genérica, pero no podemos evitar que sea lo primero que nos viene a la cabeza cuando se habla de «Agile» en los diferentes foros de discusión.
Suelo escuchar la palabra ágil para referirse a trabajar de manera más eficiente, producir más con menos costos, hacer las cosas más rápido, aceptar más riesgos, completar las tareas en menos tiempo, producir sin análisis previo,… Quizás utilizamos muy ligeramente el concepto Agile.
Pero, en verdad, ¿que sabemos del origen del Paradigma Agile, su ámbito de aplicación natural, y cual no…¿Qué de todo esto es así?
Soy Coach Agile y Scrum Master certificado, pero esto solo es un accidente provocado por la oficialidad del momento. Llevo muchos años aplicando de forma natural métodos y prácticas emergentes en los proyectos en los que colaboro, incluso antes que se hablara de Agile. Considero que existe mucha confusión en la actualidad respecto lo que implica el paradigma Agile.
En el vídeo anexo a este breve artículo de introducción, voy a intentar, desde mi punto de vista, poner un poco de claridad respecto: al origen de Agile y la necesidad que cubre (su ámbito de aplicación natural).
Para mi es esencial que entendamos el fundamento del paradigma para que todos podamos hablar con el mismo sentido y sobre todo, no crear falsas expectativas que desvirtúen el poder real del paradigma.
En el vídeo trato temas como:
Para qué Agile.
Los entornos VICA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad,Ambigüedad).
Los proyectos no deterministas: El entorno natural de aplicación ‘Agile’
Enfoque clásico Waterfall vs ‘Agile’
Paradigma vs metodología
Los mitos…
Te ánimo a que veas el vídeo a pesar de su extensión (casi 1 hora, ya se que puede ser un poco «palo»). El contenido es parte del que utilizo en los seminarios de introducción al paradigma agile que imparto.
Si lo haces, te agradeceré tu opinión al respecto.
Cómo cambiaría nuestro concepto de trabajo si introdujésemos la Imaginación Creativa como herramienta. En fin, cómo cambiaría nuestra vida, pues libraríamos al trabajo, al tener que trabajar, de su yugo y pasaría a ser un medio más de expresarnos y de construir y diseñar el mundo en que vivimos más acorde con nuestra vida.
¿Cuál es la problemática?
La problemática de muchos trabajos, de muchas empresas es que se ven, se sienten y se viven como una imposición, como un castigo casi vital. Cómo algo que nos es ajeno, nos viene impuesto y que por tanto no requiere mucha implicación de mi ser, más que mis manos y mi tiempo, que en realidad no es poco. Pero nos convertimos en meros robots del trabajo programados para cumplir unas funciones determinadas, en un lugar determinado, en un tiempo determinado. Y no nos preocupamos mucho por los resultados, a no ser que vayan directamente a afectar unos cuantos euros más en nuestro bolsillo. Nos vendemos como cuerpos de trabajo y nos limitamos un sin fin de posibilidades de no dejar escapar esa parte de nuestras vidas y dedicación que es una parte importante de nuestro conjunto vital. Nos limitamos y nos limitan.
Es un asunto/problema bidireccional.
Las empresas quieren tener el control. Supuestamente, saben lo que quieren y tienen una vía estricta con lo que conseguirlo, Sin embargo, que le pasa al rostro más bello si le quitas la sonrisa y le quitas la vida entusiasmada en sus ojos: Que pierde su alma, su chispa, su luz y su belleza y pierde todo su potencial.
Lo mismo pasa en una empresa que no potencie la creatividad. Que coarte con el miedo el aporte esencial de cada uno de sus integrantes. Si se ve la empresa como un organismo vivo, es importante que cuide, airee, y no ahogue y alimente para que se transforme, crezca, y cree vitalidad a cada parte, cada órgano y cada célula de su estructura, de su gran cuerpo, para que tenga energía suficiente y libertad para poder moverse con nuevas perspectivas, o incluso con mejor funcionalidad. Y sobre todo, además de ganar infinitas posibilidades habremos ganado un sano y correcto funcionamiento de las partes, pues estarán impregnadas de entusiasmo y por fin integradas en la totalidad del conjunto, con armonía y coordinación, pues se sentirán integradas en un propósito común del que son parte esencial.
Desde la propia perspectiva de la persona que desempeña un trabajo va a variar mucho el desvestir del halo de imposición y no implicación y obligación el desarrollo de las propias tareas. Si permitimos que la imaginación creativa se abra paso también en esta faceta de nuestras vidas vamos a sentirnos conectados con lo que hacemos, pues desde nuestro mundo interior estamos extrayendo recursos que se van a plasmar en nuestro mundo exterior y este va a empezar a tomar una forma con sentido y esto nos va a permitir que estemos presentes, no como meros androides con movimientos anquilosados que aburren, que son repetitivos, que nos agotan la existencia, sino como una oportunidad de aportar, no solo a mi, que me voy a sentir más a gusto conmigo, más pleno, más útil, sino a la empresa, al trabajo desempeñado pues voy a darle vida, voy a ayudar a modelarlo con mis nuevos enfoques, mis aportaciones y todo lo nuevo que salga de mi y comparta.
¿Qué supondría un cambio de actitud y visión?
Este cambio de actitud y visión de la vida laboral, recordemos que también es nuestra vida, nos va a empezar a sentir mejor. De repente el trabajo forma parte de mi, pero no como una carga, sino como un aliciente, un juego, un puzzle que yo y solo yo tengo oportunidad de resolver o de transformar. Sentir que formo parte del conjunto, empresa, me va a ayudar también. Estar presente, con diálogos donde escucho y se me escucha. Dónde estoy yo y soy yo. Donde colaboro y mi saber, energía y conocimiento es valorado y yo mismo lo valoro. Cuantas veces vemos que partiendo de una misma base, una persona es capaz de personalizar, aportar de forma innovadora y creativa y de repente, obtenemos un resultado increíblemente mejor de lo que se suponía presuponer.
Estemos abiertos a la Imaginación Creativa. Abramos vías, potenciemos las personas para que a la vez los proyectos se vean potenciados. Concedámonos la oportunidad de darnos vida también en el trabajo, vida real, un espacio para ser nosotros mismos y crear, co-crear con compañeros, pues ese no deja de ser nuestro principal objetivo vital, y así, de esta guisa, también los proyectos recobrarán el alma y el sentido, estarán más vivos que nunca y los beneficios para todos serán por fin reales.
Proyectos con alma y vidas laborales con sentido.
Activa la Imaginación Creativa en todas las facetas de tu Vida.
¿A que esperas?¿Tienes Miedo?¿Eres empresario o directivo y te resuena y no tienes idea de por donde empezar? ¡Hablemos!
Se habla mucho sobre la importancia de mantener vivo «el espíritu», «el alma» de las empresas, de los proyectos, de los equipos,…pero verdaderamente… ¿qué hacemos al respecto?¿en nuestro día a día?¿Qué es lo que pensamos y como actuamos sobre ello?¿Qué entiendes por espíritu/alma de la empresa/proyecto?
A continuación exponemos algunas preguntas, que puedes realizarte, para que puedas tener una idea sobre tu postura ante este tema, y decidas si estás preparado para dar una nueva dimensión en este aspecto a tu organización que la hará BRILLAR.
Preguntas para todos
¿En que medida te sientes integrado, participe en la misión del proyecto/organización?
Cuando te sientes desanimado en el trabajo, ¿cual es la causa?
Si el espíritu de tu empresa/proyecto se desmorona, ¿cual es la causa?
¿Qué puedes hacer para contribuir a desarrollar el espíritu de tu organización/proyecto?
¿Qué puedes hacer para enriquecer tu vida laboral?
¿Has intentado alguna vez buscar símbolos significativos en el mundo que te rodea para que te guíen y enriquezcan en tus experiencias vitales diarias? Si la respuesta es no, ¿crees que esto podría beneficiarte?
¿Qué es lo que sientes cuando piensas en meditar profundamente, o en la conciencia expandida?
¿En que medida confías en tu intuición y actúas en concordancia con ella?
¿Qué haces para inspirarte en tu trabajo?¿y para fomentar tu creatividad?
¿En que medida vives con entusiasmo tu día a día en tu trabajo?
¿Qué haces para fomentar tu alegría en el trabajo?¿y para sentirte motivado?
¿A quién recurres cuando te sientes desanimado o poco motivado?
¿En que medida trabajas con coherencia y aportas todo tu valor?¿para el bien común de la organización/proyecto?
Preguntas para los directivos
¿En quién confías cuando te sientes desmotivado o poco motivado?¿Buscas ayuda?¿Encuentras ayuda?
¿En que medida utilizas la intuición y confías en ella para tomar decisiones importantes?
¿Qué estilo propio utilizas para dirigir a tus empleados?¿lo haces desde el miedo o desde la alegría?
¿En que medida estas dispuesto a ir más allá en la forma habitual de conducir las situaciones para intentar un enfoque alternativo?
¿Qué importancia tiene para ti el impacto que tus decisiones tendrán en las personas que serán afectadas por ellas?
¿Cómo te evaluarías a ti mismo en relación con tu deseo de ser franco con los demás?
¿En que medida te sienten vulnerable frente a las situaciones laborables en contraposición con tener siempre la respuesta «correcta»?
¿En que medida deseas abandonar por un momento tu propia agenda para buscar nuevas alternativas y escuchas con atención los puntos de vista de los demás?
¿En que medida eres capaz de acercarte a los demás cuando es obvio que están emocionalmente afectados en vez de pensar mal de ellos o de intentar solucionar el problema?
Ponte en contacto con nosotros para obtener una entrevista personalizada gratuita y profundizar un poco más sobre este tema.
¿Metodología Ágil o Profesionales Ágiles? Evidentemente, ambas cosas. No son excluyentes.
Aplicar una metodología, para conseguir que sean los propios profesionales que sean ágiles. Por ahí se empieza. Pero sólo una metodología, ¡no!
Siempre he sido un amante de las metodologías ágiles, hacerlo sencillo, simple, facilitar el trabajo, la vida. Adaptaba metodologías cuando aún no se hablaba de agilidad. Pero siempre he tenido el foco en conseguir un equipo ágil, que fluyera, que se comunicará fácilmente…Nunca la metodología como objetivo en si, sino como un camino para conseguir un entorno de proyecto eficiente, eficaz y sobre todo ágil, adaptativo a las circunstancias y a ser posible, brillante.
Sólo una metodología ágil no te garantiza tener un equipo o un proyecto ágil.
Una metodología ágil no te garantiza tener un equipo o un proyecto ágil. Eso sí, en muchas ocasiones, en una etapa muy temprana, nos va a mostrar las carencias con que contamos en algunos profesionales del equipo, en el propio proyecto o en el contexto donde se desenvuelve: p.e. dificultades en la comunicación, aversión a la disciplina, falta de implicación, planificaciones erróneas, etc… Pero ello, no nos exime que debamos resolver esas carencias, que no se van a solucionar por la aplicación de la metodología en si, sino por el «Buen Hacer» que incorporamos nosotros mismos en nuestra gestión, en nuestro día a día.
Por otro lado, no puedo aplicar la misma metodología a todos los grupos, empresas por igual. Se tiene que basar en empoderar, al grupo, al líder, al proyecto, por lo que solo cuando son ellos los «ágiles», los que fluyen, conseguiremos dar la fluidez necesaria.
La tendencia actual es vender la metodología ágil, sin alma, y ya no es suficiente. De hecho, se está complicando tanto la situación, que si seguimos con la tendencia actual, se vislumbra que será necesaria «una metodología ágil para implantar la metodología ágil» 🙂
Hace falta velar por integrar y profundizar en lo que se hace, cómo se hace, y que sea con sentido y coherencia.
La trampa de la varita mágica
Si alguien te viene vendiendo «mi estrategia infalible para XXX» o «la metodología perfecta para YYY», te vende varitas mágicas. Lo malo es que nos encanta coleccionar varitas mágicas, ya que nos dan una sensación de inmediatez, de «ya está hecho», que nos genera tranquilidad a corto.
Quizás es una buena puerta para entrar, pero hay que ser coherente y realista. Hay que tener en cuenta que deberemos dedicar esfuerzos a adaptar y velar igualmente por nuestros profesionales, por nuestros equipos, por los proyectos, para llevarlos a la agilidad, de la mano de la metodología, si así lo sentimos.
Ten en cuenta una cosa esencial: Conseguir profesionales ágiles te asegura el éxito, no solo en el proyecto sino en el futuro. ¿No lo sientes?¿Lo has comprobado?
Hay mucho escrito sobre la búsqueda de la excelencia en los profesionales, de los hábitos que los hacen altamente efectivos, de su alto rendimiento, de la potencia de disponer de actitud positiva…
Según he observado se proponen en muchos casos trabajar los diferentes aspectos de forma independiente, como si no estuvieran relacionados.
Ahora bien, y si todo eso fuera quizás el resultado natural del estado vital en el que se encuentre el profesional, un estado de alegría. Y si el camino a conseguir muchas de esas habilidades y actitudes que tanto se habla se pudieran generar de forma casi automática, simplemente fomentado un estado vital en el profesional que le permita sintonizar con la alegría, la alegría en el trabajo, la alegría en el proyecto, la alegría en la organización.
Es obvio, porque todo lo hemos experimentado a nivel personal en algún momento de nuestra vida (¿recuerdas?), que el estado de alegría es muy beneficioso, tanto para el propio individuo como para su entorno (es altamente contagioso).
Pero quizás, y esto es una sensación particular, es un estado muy devaluado por una sociedad en la cual se promueve principalmente el miedo como agente motor y de estímulo. Quizás, porque vemos que seriedad y formalidad están reñidos con alegría cuando es todo lo contrario.
El «Buen Hacer«, la buena intención, el estado de flujo, se genera de forma natural en un contexto de alegría. En cambio, en un estado de miedo se produce el efecto totalmente contrario.
¿Qué beneficios podemos obtener de un profesional alegre?.
Vamos a ver algunos de los muchos que podríamos citar…
1.Energía y empuje positivo. El estado de alegría genera un extra de energía vital. Un estado de «hervir», ese «calorcito» que sentimos en el pecho y nos empuja a superar dificultades y a levantarnos cada día con la ilusión de avanzar en el camino. Los problemas se convierte en oportunidades.
2.Agilidad. Hacerlo sencillo y fácil. El estado de alegría nos proporciona un estado de lucidez mental que nos proyecta a simplificar las cosas y hacerlas fácil. A centrarnos en lo esencial, dejando de lado lo que no aporta.
3.Empatía y conexión con grupo/entorno. El estado de alegría promueve el compartir y el entendimiento más allá del razonamiento lógico. Nos pone en modo SENTIR y fomenta la intuición de lo que pasa en el fondo.
4.Recarga propia, no desfallecer. La alegría, a parte de generar un extra de energía, facilita la propia recarga de la misma. Cuando actuamos desde un estado de alegría, a parte de superar con facilidad los obstáculos, cuando acabamos el esfuerzo que generalmente lo valoramos como exitoso, nos encontramos en un estado aun mayor de energía si cabe. Con el miedo pasa todo lo contrario.
5.Eje con los valores. Estar en un estado de alegría lleva implícito que se está siendo integro con los valores personales y profesionales manteniendo la coherencia en todo momento de las acciones.
6.Efecto todo está OK. La alegría por una parte consigue éxitos , convencimiento, determinación, y por otra entiende las necesidades de aborto, cambio, rectificación si generar dramas, ni conflictos innecesarios
7.Mayor visión, más escucha, que se traduce en más recursos. El estado de alegría facilita el mantenimiento de una mente despierta y la activación de los sentidos. Nos atrevemos a contemplar otras posibilidades, otras alternativas, sin miedos.
8.Sale a relucir el espíritu creativo del profesional. Se mantiene latente la creatividad para utilizarla cuando la necesitemos. Menos esquemas, menos miedos, más audacia. Aflorar los potenciales personales para ponerlos a disposición de las necesidades profesionales, de forma generosa y con gozo.
Os animamos a explorar este nuevo paradigma: Genera un estado de alegría en tu vida profesional.
Y ya sabéis, si queréis poner en marcha y generar profesionales alegres y brillantes que hagan brillar tu organización, podéis poneros en contacto con nosotros www.brightprojects.es. Estaremos encantados en acompañaros en ese maravilloso y fructífero camino.