¿A QUIÉN PODEMOS AYUDAR?

¿Cómo es el perfil del Ejecutivo a quién podemos ayudar?

El perfil tendrá que ser alguien valiente, con compromiso y voluntad, que no tenga miedo a enfrentarse a sus miedos, o a sus carencias para poder resolver y destrabar lo que le impide ahora dirigir con sentido y hacer brillar el proyecto.
El perfil será aquel que por una parte se pueda sentir atrapado, bloqueado, desorientado, agobiado, saturado, que está a punto de explotar. Es como cuando uno quiere llorar y no puede, no se permite expresarse para sanar (Necesita hablar y sobre todo que le escuchen).

También aquel que pueda sentirse algo inseguro, bien porque le falte experiencia en ese tipo de proyectos, o considere que el proyecto sea de tanto valor que él a su vez se sienta empequeñecido.

O aquel que nunca a dirigido equipos, o los haya dirigido pero sienta que no acaba de funcionar, que se dan vueltas sin avanzar, mucho esfuerzo sin resultado.

También aquel que tenga ganas de crecer y hacer crecer su empresa, ya sea propia o ajena pero que la estime y valore como propia.

Aquel que quiera aprender a comprender, a encarar los retos desde otra perspectiva, hacer cosas diferentes, integrando metodologías y creando propias pues tenga ganas de empoderarse con sentido, para que la experiencia le sirva de base para este caso y para el futuro (un nuevo enfoque vital empresarial).

 

Tiene que ser capaz de aceptar las críticas, el autoanálisis para detectar que es lo que falla. Aunque el fallo sea no saber donde está el fallo. Es responsabilidad de él buscar detectar el fallo.

¿Estás dispuesto a ver en que fallas tú? Fuera soberbia, hay que trabajar desde la humildad desde base, para acabar empoderándote.

Alguien que esté dispuesto a trabajar con empeño para que el equipo y el proyecto a su vez se realice y avance. Tomar la riendas y trabajar con energía. Ponerse el mismo. Comprometerse. Con disciplina pero también sabiendo disfrutar de cada pequeño avance que le haga empoderarse al grupo y a él.

 

 

Que sepa o quiera aprender a visualizar la dimensión de su proyecto, que lo incluye a él mismo y este dispuesto a modificar conductas heredadas que ya no sirven.

Que aprenda a exigir, si hace falta mover con conciencia/activar las capacidades de su gente , pero que sepa utilizar el dialogo y que fluya la comunicación. Debe ser conocedor de lo que puede aportar cada uno y exigirlo (no se puede pedir peras al olmo).

Que sepa celebrar y reír los logros y también los errores que hacen aprender como redirigir y avanzar.

Alguien que entienda, que reconoce que necesita guía pero que sepa que el guía ha de acabar siendo él. Tiene que ver con saber escuchar(se). Por una parte saber recibir consejos y por otra saber escucharse a si mismo (SENTIR).

 

 

Alguien a quien no le importe corregir hasta que la persona del equipo entienda.

Alguien que este dispuesto a hacer esta vez las cosas de diferente manera.

Alguien que ponga parte de si mismo (alma, corazón, vida) en el proyecto y ¡no solo tiempo!

Necesita un coach vital para todo esto:

 

No es alguien que le de soluciones, es alguien que le ayude a encontrar las soluciones.

No es alguien que le ordene el chiringuito, el estropicio, es alguien que le ayude a entender el porque de ese desorden.

No es alguien que imprima energía al proyecto, es alguien que te dará luz para imprimir tu mimo y tu equipo la energía necesaria para por fin avanzar y que tu trabajo no sea tu cruz, sino que tu trabajo sea realmente una aventura, tu proyecto pueda acabar en algo bello y exitoso porque ya en si mismo tendrá sentido.

Ya no será una lucha, será un reto!

Ya no será un desastre, será un puzzle, de mil piezas si quieres, pero algo que se construye, algo que tú construyes y por tanto el ir encajando cada pieza te proporcionará un alivio a esa pesadez que ahora te ahoga, te sobrepasa, te paraliza, te aterroriza.

Una oportunidad para empoderarte en tu empresa y por ende en tu propia vida.