Cómo cambiaría nuestro concepto de trabajo si introdujésemos la Imaginación Creativa como herramienta. En fin, cómo cambiaría nuestra vida, pues libraríamos al trabajo, al tener que trabajar, de su yugo y pasaría a ser un medio más de expresarnos y de construir y diseñar el mundo en que vivimos más acorde con nuestra vida.
 

¿Cuál es la problemática?

La problemática de muchos trabajos, de muchas empresas es que se ven, se sienten y se viven como una imposición, como un castigo casi vital. Cómo algo que nos es ajeno, nos viene impuesto y que por tanto no requiere mucha implicación de mi ser, más que mis manos y mi tiempo, que en realidad no es poco. Pero nos convertimos en meros robots del trabajo programados para cumplir unas funciones determinadas, en un lugar determinado, en un tiempo determinado. Y no nos preocupamos mucho por los resultados, a no ser que vayan directamente a afectar unos cuantos euros más en nuestro bolsillo. Nos vendemos como cuerpos de trabajo y nos limitamos un sin fin de posibilidades de no dejar escapar esa parte de nuestras vidas y dedicación que es una parte importante de nuestro conjunto vital. Nos limitamos y nos limitan.
 

 

Es un asunto/problema bidireccional.

Las empresas quieren tener el control. Supuestamente, saben lo que quieren y tienen una vía estricta con lo que conseguirlo, Sin embargo, que le pasa al rostro más bello si le quitas la sonrisa y le quitas la vida entusiasmada en sus ojos: Que pierde su alma, su chispa, su luz y su belleza y pierde todo su potencial.

Lo mismo pasa en una empresa que no potencie la creatividad. Que coarte con el miedo el aporte esencial de cada uno de sus integrantes. Si se ve la empresa como un organismo vivo, es importante que cuide, airee, y no ahogue y alimente para que se transforme, crezca, y cree vitalidad a cada parte, cada órgano y cada célula de su estructura, de su gran cuerpo, para que tenga energía suficiente y libertad para poder moverse con nuevas perspectivas, o incluso con mejor funcionalidad. Y sobre todo, además de ganar infinitas posibilidades habremos ganado un sano y correcto funcionamiento de las partes, pues estarán impregnadas de entusiasmo y por fin integradas en la totalidad del conjunto, con armonía y coordinación, pues se sentirán integradas en un propósito común del que son parte esencial.

Desde la propia perspectiva de la persona que desempeña un trabajo va a variar mucho el desvestir del halo de imposición y no implicación y obligación el desarrollo de las propias tareas. Si permitimos que la imaginación creativa se abra paso también en esta faceta de nuestras vidas vamos a sentirnos conectados con lo que hacemos, pues desde nuestro mundo interior estamos extrayendo recursos que se van a plasmar en nuestro mundo exterior y este va a empezar a tomar una forma con sentido y esto nos va a permitir que estemos presentes, no como meros androides con movimientos anquilosados que aburren, que son repetitivos, que nos agotan la existencia, sino como una oportunidad de aportar, no solo a mi, que me voy a sentir más a gusto conmigo, más pleno, más útil, sino a la empresa, al trabajo desempeñado pues voy a darle vida, voy a ayudar a modelarlo con mis nuevos enfoques, mis aportaciones y todo lo nuevo que salga de mi y comparta.
 

 

¿Qué supondría un cambio de actitud y visión?

Este cambio de actitud y visión de la vida laboral, recordemos que también es nuestra vida, nos va a empezar a sentir mejor. De repente el trabajo forma parte de mi, pero no como una carga, sino como un aliciente, un juego, un puzzle que yo y solo yo tengo oportunidad de resolver o de transformar. Sentir que formo parte del conjunto, empresa, me va a ayudar también. Estar presente, con diálogos donde escucho y se me escucha. Dónde estoy yo y soy yo. Donde colaboro y mi saber, energía y conocimiento es valorado y yo mismo lo valoro. Cuantas veces vemos que partiendo de una misma base, una persona es capaz de personalizar, aportar de forma innovadora y creativa y de repente, obtenemos un resultado increíblemente mejor de lo que se suponía presuponer.

Estemos abiertos a la Imaginación Creativa. Abramos vías, potenciemos las personas para que a la vez los proyectos se vean potenciados. Concedámonos la oportunidad de darnos vida también en el trabajo, vida real, un espacio para ser nosotros mismos y crear, co-crear con compañeros, pues ese no deja de ser nuestro principal objetivo vital, y así, de esta guisa, también los proyectos recobrarán el alma y el sentido, estarán más vivos que nunca y los beneficios para todos serán por fin reales.
 

Proyectos con alma y vidas laborales con sentido.

Activa la Imaginación Creativa en todas las facetas de tu Vida.

¿A que esperas?¿Tienes Miedo?¿Eres empresario o directivo y te resuena y no tienes idea de por donde empezar? ¡Hablemos!

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