¿Metodología Ágil o Profesionales Ágiles? Evidentemente, ambas cosas. No son excluyentes.

Aplicar una metodología, para conseguir que sean los propios profesionales que sean ágiles. Por ahí se empieza. Pero sólo una metodología, ¡no!

Siempre he sido un amante de las metodologías ágiles, hacerlo sencillo, simple, facilitar el trabajo, la vida. Adaptaba metodologías cuando aún no se hablaba de agilidad. Pero siempre he tenido el foco en conseguir un equipo ágil, que fluyera, que se comunicará fácilmente…Nunca la metodología como objetivo en si, sino como un camino para conseguir un entorno de proyecto eficiente, eficaz y sobre todo ágil, adaptativo a las circunstancias y a ser posible, brillante.

 

Sólo una metodología ágil no te garantiza tener un equipo o un proyecto ágil.

Una metodología ágil no te garantiza tener un equipo o un proyecto ágil. Eso sí, en muchas ocasiones, en una etapa muy temprana, nos va a mostrar las carencias con que contamos en algunos profesionales del equipo, en el propio proyecto o en el contexto donde se desenvuelve: p.e. dificultades en la comunicación, aversión a la disciplina, falta de implicación, planificaciones erróneas, etc… Pero ello, no nos exime que debamos resolver esas carencias, que no se van a solucionar por la aplicación de la metodología en si, sino por el «Buen Hacer» que incorporamos nosotros mismos en nuestra gestión, en nuestro día a día.

Por otro lado, no puedo aplicar la misma metodología a todos los grupos, empresas por igual. Se tiene que basar en empoderar, al grupo, al líder, al proyecto, por lo que solo cuando son ellos los «ágiles», los que fluyen, conseguiremos dar la fluidez necesaria.

La tendencia actual es vender la metodología ágil, sin alma, y ya no es suficiente. De hecho, se está complicando tanto la situación, que si seguimos con la tendencia actual, se vislumbra que será necesaria «una metodología ágil para implantar la metodología ágil» 🙂

 

Hace falta velar por integrar y profundizar en lo que se hace, cómo se hace, y que sea con sentido y coherencia.

La trampa de la varita mágica

Si alguien te viene vendiendo «mi estrategia infalible para XXX» o «la metodología perfecta para YYY», te vende varitas mágicas. Lo malo es que nos encanta coleccionar varitas mágicas, ya que nos dan una sensación de inmediatez, de «ya está hecho», que nos genera tranquilidad a corto.

Quizás es una buena puerta para entrar, pero hay que ser coherente y realista. Hay que tener en cuenta que deberemos dedicar esfuerzos a adaptar y velar igualmente por nuestros profesionales, por nuestros equipos, por los proyectos, para llevarlos a la agilidad, de la mano de la metodología, si así lo sentimos.

Ten en cuenta una cosa esencial: Conseguir profesionales ágiles te asegura el éxito, no solo en el proyecto sino en el futuro. ¿No lo sientes?¿Lo has comprobado?

Todo ello, es un cambio de enfoque.

 

 

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